Quisiéramos no, pero en realidad sí...
Y bueno, todos, absolutamente todos empezamos de nuevo, ya saben comenzamos una vez después de otra. Existe la idea de que los errores ejemplifican lo que no debes hacer, que son la lección necesaria para aprender; cierto, son una lección con investidura de ambigüedad.
Lo real es que no son un repelente ante nuestra repetitiva tendencia de equivocarnos una, dos, tres e infinito número de veces con el mismo tema (el que sea y mejor le acomode a su momento de vida).
Pero bueno, en cosas de equivocaciones todos somos expertos, el área de dominio queda sujeta al tiempo dedicado que demos al error y su continuo desarrollo en nuestra existencia...
Qué re'linda cosa es equivocarse... no todos tienen permitido hacerlo, en realidad para ser justa es mejor decir que no todos se lo permiten a si mismos... qué tragedia de existencia se vuelve eso.
Algunas personas se estructuran alrededor de una "perfección" que cae en lo mecánico del comportamiento, ya saben, robotizados hasta la médula. Y cuando algo de su diseñado microcosmos se sale del esquema "truenan" hasta la locura... en otras palabras cuando cometen errores, cuando otros intervienen y "afectan" sus planes e ideas a realizar... y es porque no quieren-saben-entienden que la vida es equivocarse una y otra vez.
Otras personas se equivocan y muy probablemente el amor-cariño que sentimos por ellos nos harán querer ser parte de la solución, ofrecernos como una opción de apoyo y quizá nos equivoquemos, tal vez no lograremos ayudar... hasta puede que terminemos afectados de alguna forma, vaya usted a saber que infinidad de situaciones pueden suceder...
En fin, el punto es que en algún encaprichado momento de nuestra vida (en algún momento de nuestra vida donde idealizamos la perfección como medio a la felicidad) creemos que evitar equivocarnos nos convertirá en "mejores" personas, que nos dará esa estúpida ventaja de llegar más lejos y con una reputación 100% confiable entre otros idílicos argumentos que ni siquiera son necesarios de mencionar para que se entienda la idea...
De la forma que sea, equivocarse es grandioso, digo consecuencias siempre habrá, facturas de vida que pagar, deudas emocionales a crédito o de contado, pague en abonos grandes o pequeños... el caso es que siempre salimos debiendo... y en cierto modo es una situación que no se puede controlar, evitar y mucho menos creer que tendremos la capacidad de encontrar un fórmula que nos excluya de las desatinadas decisiones que nos lleven al horror del error.
Horrorosos y grandiosos errores humanos... en efecto, hasta la naturaleza más mundana, vil, despótica, indiferente, rancia de infelicidad, esa que sucumbe más al abismo del pensamiento que sólo lo devuelve contaminado de sus más insufribles temores, que lo enferma de una desmedida incomodidad ante todo y todos... es humana. Lo es.
No aceptamos ciertos hechos, porque en mi opinión nos afectan emocionalmente, nos hacen pensar y sentir que si aceptamos ciertos aspectos de nuestra naturaleza o la de los que amamos, nos volverá "vulnerables" ante el mundo... y puede que sí, no se lo voy a negar, pero también puede que no, y sea del espectro de ser humano que no le importa equivocarse y aceptar lo que es... no es un "bueno" o "malo" lo que somos... no. Somos infinitamente más, mucho más.
Hasta equivocarnos con nuestras auto-definiciones resulta de lo más interesante, porque tenga por seguro que una idea es la que nosotros tenemos de lo que contenemos y proyectamos, lo que somos en este mundo... pero otra muy diferente lo que los demás ven, entienden y perciben de nosotros... not bad, sólo es así.
Entonces... ¿para qué se esfuerzan taaanto algunos en no salirse del molde social al que se han adherido?....
Anyway... la equivocación es un método infalible que nos mantiene interesados en buscar soluciones y nos quiere tener ocupados la totalidad del tiempo en nuestras vidas.
Pero ahí, donde la totalidad deja de serlo, existe el espacio de ser, hacer y convertirnos y volvernos a lo que mejor nos funcione y convenga... no importa cuántas veces se vaya y vuelva...
Son las placenteras equivocaciones que nos vuelven fuertes, expertos y sobretodo indican que vivimos tomando decisiones... vivir es una decisión continua... hasta que la continuidad termina.
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