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Comienzo pensando la idea de no reaccionar, aunque parezca que estoy inherente a lo que escucho, pero bueno, de esa forma nadie molesta. 
Ya saben, hay días que todos son como una mosca (sí, mosca no mosquito, al menos los mosquitos chupan la sangre y se van, la mosca el único propósito que tiene es molestar, con su revoloteo constante, hay que reconocerle que es constante, eso)...pero sigo, sigo con la mirada bien fija en un punto en la servilleta, después doblo y desdoblo una esquinita de la misma...quién sabe por qué eso me hace sentir un poco menos inútil dentro de la efímera conversación, aunque en realidad no es tan efímera.

Sigo sin reaccionar. Aunque eso es en vano e incorrecto de decir, porque pienso  en cada palabra...en cada idea, en cómo me he incorporado silenciosamente en algo ajeno, tan sólo por estar en el lugar donde otros están...

Bueno, sólo estamos cerca, sólo es cercanía en realidad.

Historias más, historias menos y creyendo que tiene importancia, alguien con pasión en las palabras empieza entre que va de lo sensible a lo sutil con sus desarrollos de momentos olvidados... bueno, sería una pena no volver a ver a estas personas (eso pienso).

Luego vienen las ideas de fuerza bruta, caen y aunque debo expresar, mejor no expreso... digo, no es el momento. Los puntos están dispersos, así como esto...pero esa sería otra idea. Creo.


Uno regala el tiempo, en serio...aunque después andemos llorando por él. Suspirando por el año aquel del día tal...cuando fuimos o no fuimos, o algo así.

Ah,  la conversación...cierto, bueno siguen las ideas unas buenas, pero sólo lo sé en teoría, la teoría me mata han de saber... bueno, no tanto, al menos así todo es tranquilo...

Como esto de doblar las esquinitas de las servilletas... el mérito creo es de la servilleta, tan dispuesta a recibir mis intentos de indiferencia a la conversación ajena... sí, la servilleta es la protagonista de la historia, tal vez leyendo esto no, pero si se viera con ojos de observador... se entendería que la razón no reside en la argumentación mutante (sí, todos mutamos de ideas) sino en dejar atrás la perpetua idealización de lo constante. Variar, mover...cambiar, transformar... eso crea, uno quisiera disimular que no desea estallidos en su vida que muevan las raíces secas que a veces  ya viven en nuestro ser...

Pero la conversación hace pensar en lo que va o no va a suceder... no a mí, a ellos, les digo, yo sólo soy espectadora, una que trata de no interesarse... interesándose .

Ya lo ven, si no, no estaría con esto ahora...


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